Considerado durante muchos años como una de las piedras angulares del eurogame.
AT es un juego en donde deberás calcular muy bien tus jugadas si quieres tener opciones a la victoria. Aún así si no te apetece darle mucho al coco no te preocupes, pues el propio juego encarga de que la situación esté medianamente equilibrada.
Cada jugador toma el control de una empresa energética cuyo objetivo es abastecer de electricidad al mayor número de ciudades posibles. Un tema que puede resultar bastante feo hay que reconocerlo.
Deberás construir centrales en las diferentes ciudades del mapa (Alemania o EEUU), para después abastecerlas de energía con centrales eléctricas que irás adquiriendo, las cuales consumen diferentes tipos de recursos (carbón, petróleo, plástico, uranio y por último, ecológicas).
Por lo tanto el juego consiste en expandirse por las ciudades del mapa y adquirir centrales eléctricas lo suficientemente potentes como para abastecer al número de ciudades que se poseen. Por supuesto hay que suministrar recursos a cada central eléctrica, algo que menguará nuestras arcas de "electros" (la moneda del juego).
Alta tensión se basa en un motor económico con un mercado de recursos muy bien resuelto y una fase de puja clave en el desarrollo, en donde los jugadores subastan centrales eléctricas cada vez más potentes. Por eso mismo dije al principio que en este juego se debe calcular mucho, sobre todo en la segunda mitad del juego. Hay que medir muy bien los ingresos que conseguiremos al final de ronda para ver si podemos comprar ese carbón que necesitamos ahora, o quizás me falte dinero luego para expandirme por el mapa?? Muchas veces nos faltarán unos míseros "electros" para poder hacer lo que queremos, y eso es porque en su momento no calculaste bien. Precisamente esa es la diferencia entre un buen jugador de AT y un novato.
Mecánicamente es perfecto, todo se ha medido hasta tal punto de que es difícil que uno se quede atrás en la partida, algo que no termina de gustarme pues el juego obliga a que todos los jugadores vayan de la manita. Al final se convierte en una carrera de resistencia en donde vencerá el que mejor planifique sus jugadas, muchas veces la victoria se decanta por detalles ínfimos.
Un buen juego al que no juego muy amenudo pues su grado de "calculadora" me deja frito.
Curioso juego con un motor de cartas en donde iremos colocando flores, jarrones y fuentes por los diferentes jardines del palacio de Vienna.
Cada jugador tiene un meeple en el jardín, e irá moviéndolo (con las cartas) por sus diferentes zonas para ir decorando todo el conjunto de jardines. Por otro lado habrá un personaje (la "marquesa") que irá puntuando los jardines en los que termine su movimiento, si no tienes presencia en dicho jardín mal asunto, pues no puntuarás nada. Las flores otorgan 2 puntos, los jarrones 3 y las fuentes 5 puntazos. Cada vez que se puntúa un elemento se gira mostrando la cara que muestra que ya se puntuó. Como veis el juego trata de ir colocando elementos por todos los sitios posibles.
Veamos la mecánica principal.
Todos los jugadores tienen una serie de cartas idénticas que representan diferentes personajes, jardinero, marquesa, cocinera, cochero, poeta, niña de las flores etc. En su turno, el jugador baja una carta a mesa y ejecuta la acción correspondiente al personaje (obviamente cada uno hace una acción diferente). El meollo está en que no puedes bajar a mesa un personaje que ya haya sido bajado por otro jugador. Si no te das cuenta y bajas uno repetido cualquier jugador podrá exclamar "Moc!" y ganará un punto de victoria, seguidamente deberás bajar otro personaje pues no es legal usar uno que ya está en mesa.
Esta tontería genera una interacción constante, pues si tu siguiente jugada es bajar el "cochero" y otro lo baja antes que tú ya no podrás usarlo, en su defecto bajarás otro que seguramente le pise la intención a otro jugador, creando así un círculo vicioso y constante de pisadas.
También es un acierto como se relacionan entre sí las acciones de los personajes, dando pie a encerronas y demás perlas que entorpecerán el movimiento de los jugadores, se dan situaciones muy divertidas.
Palacio de Vienna me parece un juego fresco, divertido y caótico cuyo principal defecto es la duración. A 5 "players" se me hizo eterno, estuvimos casi 2 horas!! duración bastante extensa para lo que aporta el juego. Si las partidas durasen entre 30 y 45 minutos el juego ganaría bastantes enteros, sin llegar a ser ninguna maravilla.
De vez en cuando aparece en la mesa un juego del que no sabes que esperar y al final, resulta ser todo un descubrimiento, Colorpop es uno de esos juegos. Voy a intentar explicar como funciona.
Imaginad un tablero similar al "conecta 4", pero en lugar de estar en vertical está en diagonal (inclinado). Todas las casillas (circulares) están ocupadas por colores, cinco en concreto (azul, amarillo, naranja, rosa y verde) y un sexto color (blanco), que actúa a modo de comodín.
Bien, ahora tenemos 5 fichas negras en las cuales hay un color en una de sus caras. Se ponen boca abajo (sin que se vea el color de cada ficha) y se reparte una a cada jugador, en secreto cada uno mira el color. Ese es tu color para la partida, podemos empezar a jugar!!
El objetivo es que al terminar la partida sea tu color del que menos fichas queden en el tablero, o si eres un crack que no haya ninguno.
En su turno el jugador empuja hacia dentro un color (con el dedo) cualquiera del tablero que tenga adyacente uno o más círculos del mismo color. Es decir, no puedes empujar un color que esté aislado, siempre hay que "eliminar" una cadena del mismo color de al menos 2 círculos adyacentes. Aquí es en donde ayudan mucho los comodines (círculos blancos). Puedes empujar cualquier color, no tiene porqué ser el tuyo.
Una vez echo esto sucede la magia del juego, los círculos empujados desaparecen ante tus ojos, y como el tablero está inclinado aparecen en la mesa como si de un tobogán se tratase. Ahora viene la segunda parte de la magia, los huecos dejados por los círculos retirados son ocupados por todos los círculos que había encima. Cambiando por completo la configuración y creando nuevas opciones de combinación.
Es decir, Colorpop es un "Candy crush" analógico, y es la leche, me ha enamorado por completo.
Las risas que te echas al principio viendo como los dedos "morcillones" no empujan bien, como salen por debajo las fichas y todo el funcionamiento del juego entra por los ojos. Vicia mucho y además tiene "chicha", a la tercera o cuarta partida (que las echarás seguro) ya le vas viendo el intríngulis al asunto, y descubrirás que lo más interesante es empujar otros colores que no sean tuyos para preparar el camino a que se junten muchos de tu color.
Colorpop ha sido el descubrimiento de este verano, sabiendo que los abstractos me encantan y que tiene un mecanismo sencillamente genial era de cajón que me gustase. La rapidez de los turnos y de las partidas ayuda mucho a querer echar una partida detrás de otra, eso si el setup puede ser un poco coñazo pero si estáis 3 - 5 jugadores se hace en un plis.
En mi opinión puede petarlo en el ámbito familiar, un abstracto muy divertido totalmente recomendado por nuestro shérif.
Y nada más, hasta la próxima vaqueros!!
Grandísimo juego el ALTA TENSIÓN, uno de mis preferidos. Y esa igualdad que comentas para mi es una virtud: otro factor más que saber manejar. ;)
ResponderEliminarSaludos!!
A mi tb me mata el factor numérico del Alta Tensión. Te tiras toda la partida haciendo cálculos. Un estrés que no he vivido en otros juegos. Pero oye, el juego me pareció muy muy bien pensado. Entiendo que tenga tanto lover.
ResponderEliminarEl Palacio de Viana me gustó en su día, el cómo te bajabas personajes estaba chulo.
Saludos crack ! ;)