19 de agosto de 2016

Chronicle, De Vulgari Eloquentia, Brick Party

Empezamos poco a poco a reactivar el blog. Hoy la cosa va de juegos de bazas, el descubrimiento de la lengua italiana y la más loca construcción de estructuras, desenfunda vaquero!!

Chronicle
Después de meses cogiendo polvo en la estantería por fin he podido darle más partidas a este gran juego de "bazas" del creador de "Love Letter", Seiji Kanai.
La propuesta es sencilla pero consigue una gran profundidad de juego, elevándose como uno de los mejores juegos de bazas a los que he podido jugar.
En cada "encuentro" los jugadores bajarán a mesa una carta, a ser posible del mismo "palo" que la carta bajada por el primer jugador. La carta con más valor numérico gana el "encuentro". De este modo, ese jugador se lleva todas las cartas jugadas y las sitúa frente a sí como "Aliados". Estos "aliados" son los que cuentan de cara a cumplir con el objetivo que hay en juego, y sabed que en cada ronda de juego hay un objetivo diferente, lo que hace que cada ronda debamos enfocarla de una manera diferente a la anterior. Unas veces ganará el que más "aliados" azules tenga, otras veces el que menos "aliados" tenga etc…
Pero todo esto se quedaría en un juego un tanto vacío sino fuera por el factor estrella, cada carta tiene un poder especial que se activa al ser jugada. Al principio este derroche de acciones inesperadas pueden insinuar un juego caótico y azaroso, pero cuando empiezas a conocer las posibles habilidades que hay, las cartas en juego y las ya jugadas tu mente comienza a encajar las piezas y ahí es en donde "Chronicle" empieza a brillar.
No estamos ante un juego al que jugar un partida esporádica, es un juego tímido que solo se deja ver si le damos mucha caña, y que gran juego vaqueros.
Añadir que su rango de jugadores idóneo es de 3 a 4 jugadores, siendo a 3 como más gusta a nuestro shérif. Las partidas a 5 y 6 jugadores se hacen demasiado caóticas y se pueden alargar en exceso, no lo recomiendo a ese número.
Concluyendo, "Chronicle" es uno de esos "pequeños grandes juegos" que con tan solo una baraja de cartas da partidas estupendas y muy divertidas, además esconde muy mala leche y está plagado de interacción. Muy, muy recomendable.
*En breve será publicado en castellano por "Ediciones Primigenio" (las cartas son dependientes del idioma).

Estamos ante un auténtico "muevecubos". ¿El tema? el descubrimiento de la lengua italiana… apasionante… deja de buscar que no lo verás por ninguna parte.
Nada más empezar el juego ya nos da pistas de a que nos enfrentamos, simplemente con su aspecto gráfico escueto, pobre y homogéneo. Es decir uno de esos euros "secos" entre los que destaca mi amado "Hansa Teutónica", apto para pocos paladares. El mapa por lo menos me parece bonito, pasaría por una representación de la época.
Los jugadores deberán conseguir libros, cubos de los diferentes colores (4), moverse por toda Italia y desarrollarse en diversos "tracks", cada uno de los cuales puntúa y actúa de una forma diferente. El jugador con más puntos gana.
De primeras el juego parece totalmente inconexo, para avanzar en este "track" debes estar en "x" región en "x" ronda, en este otro se activa una cosa en la ronda "11", aquí solo puedes avanzar si estás en regiones grises… un disparate que no sabes por donde coger y que de primeras piensas "esto lo han diseñao 4 monos", no ves conexión por ningún lado.
Al ponerte a jugar descubres un colocación de trabajadores bastante sencillo y que se ventila de un plumazo la interacción que tienen este tipo de juegos, el "pisar" las acciones aquí no existe… pero que diantres!! Y es que cada jugador realiza todo su turno, retira los trabajadores y le toca al siguiente, ea!! a tirar millas que ancha es Castilla! La poca interacción está en conseguir los cubos, los libros y las bonificaciones disponibles antes que tus rivales, ya que no se reponen hasta el final de la ronda.
Así que al final podemos decir que estamos ante una carrera, conseguir antes que los demás lo que hay en juego, y puedo afirmar que al menos esto lo hace bastante bien, pero resulta tan seco y tan árido que hasta para un amante de los juegos abstractos como yo se le atragantó y se le hizo un tanto insulso.
Tiene otro detalle que a mi parecer se podía haber explotado más, y son los personajes. Empezamos siendo un personaje con una habilidad asimétrica. En un momento del juego podemos convertirnos a "monje", con lo que cogemos otro personaje que nos da otra habilidad. El último paso es hacernos "cardenales", y de nuevo cogeremos otro personaje con otras características. El problema que tiene esto es que hay muy pocos personajes y algunos realmente poderosos, lo que provoca que el paso a "religiosos" se haga lo más rápido posible y te quede una sensación de no exprimir bien el paso entre personajes, como dicen en mi poblado "mariquita el último!".
"De Vulgari Eloquentia" es un juego con un grafismo y temática totalmente contraproducentes, un gran ejemplo de que el enfoque temático y artístico que se le da a un juego es sumamente importante para atraer y mantener al jugador en la partida, y es que las mecánicas aun pareciendo al principio bastante "random" funcionan bien y generan tensión gracias a esa sensación de "carrera".
Pero al final es un juego que no aguanta el tirón entre la montaña de títulos que se publican, y que difícilmente hará que lo saques una segunda vez a mesa por su sequedad y aridez.

Vamos con un "party game" que ha publicado la reciente "SD GAMES". Estos chicos están que lo tiran, engrosando en poco tiempo un catálogo de títulos muy interesante. Síntoma de que la industria está creciendo a muy buen ritmo en nuestro país.
¿Qué nos propone "Brick Party"? reirnos construyendo formas a base de unir piezas "Lego".
En cada ronda de juego los jugadores forman parejas, cada pareja deberá ponerse de acuerdo en asignar estos dos roles:
Constructor: se encargará de coger las piezas y encajarlas.
Arquitecto: se encargará de dar las órdenes al constructor, solo con la voz.
¿Veis por donde van los tiros verdad? cada ronda es una sobredosis de voces, gritos, risas, improperios y manos cogiendo bloques del centro de la mesa, porque claro, juegan todos simultáneamente.
¿Pero qué hay que construir? cada jugador recibe al inicio 8 cartas de construcciones, que muestran una silueta geométrica, esta silueta se puede crear uniendo los diferentes "bricks" del centro de la mesa, pero el arquitecto es el que debe ser capaz de intuir con que bloques se puede crear, y dar las órdenes adecuadas a su colega "constructor".
Entre el caos de voces y risas el equipo que crea que ha completado la construcción activa el reloj de arena, ahora los demás tienen 30 segundos para completar sus construcciones. Al terminar los equipos que hayan tenido éxito anotan los puntos correspondientes a la carta de construcción completada.
Para complicar más la cosa tenemos las cartas de "Norma", que meten dificultad en cada ronda, por ejemplo, ¿imaginas ser el constructor pero construyendo con los ojos cerrados? ¿o ser el arquitecto sin poder hablar? pues esas "lindeces" son las que os complicarán la vida, y el equipo más rápido podrá ganar suculentos puntos extra gracias a esas normas.
Y que más decir, "Brick Party" es muy divertido, lleno de risas que es de lo que se trata al fin y al cabo, pero que tiene la desventaja de que no a todo el mundo se le da bien "intuir" como se crean las formas, por lo que siempre deberás ser constructor, y lo más divertido es alternar entre ambos roles.
Si buscas un "party game" differente y caótico este puede ser una grata sorpresa y entre los pequeños de la casa puede ser todo un éxitazo. Para terminar puntualizar que no es para jugarlo muy a menudo, puede cansar al darle muchas partidas seguidas.

Hasta la próxima vaqueros!!

6 comentarios:

  1. Discrepo a medias sobre el aspecto del Vulgari Eloquentia jaja. Supongo que sí parece salido de la época del juego, lo que no significa que sea bonito. Al Grande se lo paso que tiene 20 años, pero a este....XD

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    1. El grande es del 95 carlos, en los ultimos años un juego feo es cada vez mas sintoma de mimarlo poco, de vulgari elocuentia no tiene un apartado artistico acertado, le hace mucho bastante daño uunto a la tematica.

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    2. Estoy con pinchazumos, a mi estéticamente el Vulgari me parece muy bonito, de hecho, me parece una de las mejores portadas que conozco. La mecánica del juego es otro cantar, y lo explicas muy bien; sólo una cosa que añadir: a mi me da la sensación, muchas veces, que casi no hay acciones y que a veces dasaprovecho algún trabajador y lo mando a "pescar" porque no hay nada interesante. No te ha pasado?

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    3. A mi me dio esa misma sensacion Fer, y tambien observe que los demás jugadores les pasaba. Se queda un poco corto, sobre todo al ver que algunos tracks solo se pueden activar bajo circunstancias muy específicas.
      Lo del aspecto gráfico desde el punto de vista comercial es totalmente desacertado, otra cosa es que a ti te guste. Y si, la portada al menos me parece bonita, pero no se juega sobre la portada xdxd

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  2. Ese Brick Party tengo que probarlo porque mi chaval es un adicto a los LEGO. ¿A partir de que edad ves que puede funcionar?

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    1. Pues yo creo que a partir de los 12 puede funcionar, aunque ya se sabe que los niños son esponjas. A veces ser el "arquitecto" es bastante dificil, pero como "constructor" practicamente cualquier niño que sepa manipular piececitas podra hacerlo.
      Saludos!!

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