6 de febrero de 2015

CAPÍTULO 4. Juegos Mancala, la siembra de una leyenda

Chuva, dibau, nchadjo... existen multitud de nombres para
este juego dependiendo de la región e incluso de la tribu 
Los juegos Mancala, Oware, Awalé… tienen diversas denominaciones.
Engloban una gran familia de juegos extendida por todo el mundo y principalmente practicada en África. Su origen no está nada claro, aunque se tiene una primera evidencia de los juegos Mancala en el siglo VII d.C., en Etiopía. 
Su escasez y simplicidad de materiales hacen pensar que este juego podría haber acompañado a la humanidad desde los primeros indicios de civilizaciones.
Otros hallazgos se remontan al 1400 a.C. En los templos de Luxor, Tebas y Menfis se han desenterrado tableros con agujeros esculpidos en la misma piedra. Pero los expertos no se ponen de acuerdo en confirmar que estos hallazgos en Egipto pertenezcan a la familia Mancala, ya que algunas teorías afirman que se utilizaban para la contabilidad, inventarios e incluso para realizar ofrendas.
Los orígenes de los Mancala son un auténtico misterio.

Precioso Mancala de 2 hileras. Los hay de hasta 3 y 4.

Chelkh Anta Diop (especialista mundial de juegos Mancala) es uno de los defensores de la teoría que "siembra" sus orígenes en África. Los primeros Awalé (otra de las tantas denominaciones de los Mancala) surgieron en la zona de la actual Guinea y poco a poco se fueron extiendo por el resto de tribus africanas a través del boca a boca. Lo que originó una gran cantidad de variantes del juego dependiendo de la tribu y la zona donde se iba expandiendo.
Esta teoría explicaría el porqué de los diferentes estilos que se pueden encontrar dependiendo de la zona en la que nos encontremos.

Se podrían distinguir tres familias de juegos Mancala en este continente:
Los juegos con dos hileras de agujeros, desde el golfo de Guinea hacia el norte. 
Los juegos con tres hileras de agujeros, en Somalia y Etiopía.
Y los de cuatro hileras de agujeros, al sur del golfo de Guinea.
Siguiendo con la teoría de Chelkh Anta Diop, los Mancala se extendieron hacia el Oriente Medio por medio de los comerciantes árabes y su compra de esclavos, marfil, etc. Del mismo modo fueron llegando desde Oriente Medio hacia Asia por medio de las rutas comerciales, sobre todo la ruta de la seda, las cuales eran controladas por esos mismos comerciantes árabes.
Esta teoría de los comerciantes podría ser la explicación al Hawalis, un juego practicado en la península arábiga muy parecido a los Mancalas jugados en Tanzania, Mozambique, Seychelles, Madagascar y Sudáfrica.

Gracias a la ruta de la seda multitud de culturas entraron
en contacto. Lo que contribuyó a la expansión de diversas
costumbres. Entre ellas los juegos de mesa.

Opuestamente a la teoría africana, otros estudiosos niegan que los Mancala se originasen en dicho continente. No niegan la labor expansiva de los comerciantes árabes, pero defienden que los juegos que los comerciantes llevaban hasta África se mezclaron con los juegos ya existentes allí, lo que derivó en los Mancala que conocemos.

Teorías aparte, existen multitud de leyendas y mitos que enriquecen aún más el misterio sobre los orígenes de estos juegos.
Shamba Bolongo
Según una leyenda de los Masai el primer jugador de Awalé fue el hijo de Maitumba (primer hombre en la tierra), conocido como Sindillo.
En Ghana se dice que hace siglos solo podían jugar las tribus dominantes, y que lo hacían antes de marchar a la guerra. De este modo ponían a prueba su inteligencia y sus sentidos.
En el siglo XVI el rey Shamba Bolongo, tras mucho tiempo de viaje, volvió con un formidable tesoro sobre su cabeza, un tablero de Awalé. A su regreso ordenó la construcción de una figura funeraria que lo representase a él con un Awalé sobre las rodillas y sobre la cabeza simbolizando así su inteligencia. Actualmente se conserva una figura de Shamba Bolongo en el Museo Británico.
Otra vieja leyenda en Costa de Marfil afirma que quien lo juega después de la puesta de sol sufrirá las peores maldiciones.
Estas y otras muchas leyendas no hacen más que aumentar el misticismo de un juego que probablemente nos ha acompañado siempre pero que probablemente nunca lo sepamos.

En la actualidad África es el paraíso de este juego. Raro es el hogar donde no haya uno.
La mayoría se los fabrican ellos mismos tallando la madera a base de paciencia y transmitiéndose de generación en generación, conservándolos como auténticos tesoros. Otros los crean sobre la tierra para improvisar partidas en cualquier parte.
Mayoritariamente se utilizan piedras y semillas como fichas y como ya se ha mencionado su transmisión es oral. Prácticamente todos los africanos conocen las reglas.
Se puede afirmar que el Awalé es toda una institución en este continente. En Mali los estudiantes le dedican muchas horas de estudio. En Tanzania se organizan torneos, y algunas partidas entre los mejores jugadores se siguen con entusiasmo. Incluso se dice que ningún occidental ha conseguido vencer al peor jugador de Awelé africano.
No cabe duda de que los Mancala nos seguirán acompañando durante muchas generaciones ya que hoy día siguen muy presentes, su sencilla mecánica esconde una alta gama de posibilidades y diseñadores actuales utilizan su funcionamiento como parte de sus diseños.

*Conoce las reglas de este ancestral pasatiempo aquí.

**Y juégalo online aquí.

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